Verónica Werckmeister

Determinismo nominativo ¿Mi nombre determina mi profesión?

determinismo_nominativo_bauhaus

WERCKMEISTER. Mi apellido es de origen alemán y requiere que se deletree constantemente, tanto cuando vivía en EEUU, por supuesto en España, y sorprendentemente  también en Alemania.

Cuando era pequeña lo odiaba. Primero por ser impronunciable, segundo por ser diferente y hacerme destacar y tercero por un sketch de un programa muy popular en donde se ridiculizaba el sufijo “meister”, hecho que transcendió en los recreos del colegio.

Pero como tantas cosas que nos irritan de jóvenes, con la madurez aprendemos a apreciarlos y así es el caso de mi apellido impronunciable.

Lo primero que me encanta de mi nombre es su significado. En alemán significa “maestro de obra”, (werck=obra; meister=maestro). Y aquí nos cruzamos con lo que en inglés llaman “aptónimo” o un nombre que coincide con la profesión de la persona. Los que me conocen saben que a mí me gusta trabajar y valoro al extremo el trabajo manual y productivo. Hasta tal punto que en una ocasión ignoré los lamentos de una amiga mientras pintábamos su cocina, queriendo seguir y acabar la faena. Al día siguiente me llamó del hospital donde le habían tenido que extirpar el apéndice.

Desde entonces me he tranquilizado bastante, pero aún hoy en día y con los años disfruto trabajando y produciendo con mis manos y mi esfuerzo.

Recientemente descubrí otro detalle muy interesante sobre mi nombre y es su relación con el arte y más específicamente con el  “Bauhaus” (movimiento artístico alemán del siglo XX). Y es que parece ser que en la BAUHAUS en todos los talleres de pintura, cerámica, vidrio, etc. había dos perfiles que llevaban a cabo los trabajos. Uno era el “Formmeister” que se ocupaba de la estética y concepto de los trabajos, y el “Werkmeister” que se responsabilizaba de todos los aspectos técnicos de los trabajos manuales.  El cómo hacer las cosas, cómo enfrentarse a un reto creativo plásticamente me fascina, a veces mucho más que el qué, o el porqué, por eso soy más “werk” que “form”.

Y para más inri, mis padres me dieron el nombre de Verónica. Tampoco me ha gustado mucho y no sé si me pega, pero su significado desde luego que sí. “Vero”, del latín “verdad” e “ica” del griego “imagen”. Verdadera imagen. ¿Será por eso que me dedico a pintar, a buscar la verdadera imagen en la pintura representativa?

En efecto, son puras coincidencias que he rebuscado para imponer algo de lógica o significado en mi vida, pero me lo quedo. Me defino por mi nombre.

IMAGENVERDADERA MAESTRADEOBRA.

 

https://www.bauhaus100.de/de/damals/ueberblick/waswardasbauhaus.html

BLOG   NEWS   BUSCAR